UBI SUNT
Músicas en torno a la llegada de La peste a la Europa medieval
Cuando un grupo de marineros provenientes del desierto de Kaffa, atracan en Mesina, al sur de Italia, además de su rica mercancía (sedas, especias, trigo y algodón de oriente) llevaban consigo un letal pasajero. La peste. Solo diez marineros sobrevivieron del millar que partió. Pronto, la plaga se extiende por toda Italia y el resto de Europa. Millones de personas permanecían aterrorizadas; otras tantas, huían. Europa estaba paralizada. La gran mayoría se rendía ante los hechos y aguardaba la muerte. Pero algunos trataron de huir hacia delante. Después de la peste, Boccaccio, escritor florentino, escribió una de las más famosas novelas que tratan sobre personas afectadas por la peste. Su “Decameron” comienza en un altar en la iglesia de Santa María Novella. Allí, diez ciudadanos ricos y de buena posición se reúnen. “Tendrían entre 18 y 28 años. Inteligentes, nobles y agraciados. El mayor de todos habló y dijo: lo mejor que se puede hacer es subir a una de nuestras fincas en el campo. Al día siguiente, al alba, abandonaron la ciudad. Se mantuvieron apartados de todos los extraños y no quisieron saber nada de los enfermos y de los muertos. En lugar de eso, se entretenían con música y otros placeres.” Fue un auténtico movimiento; la mejor forma de enfrentarse a la peste era escapar de la realidad. Algunos creen que se puede escapar de este terrible mal por medio de la bebida, gozando de la vida todo lo posible cantando y en fiestas sin término, satisfaciendo los deseos carnales como si todo fuera una gran farsa. Como siempre, los ricos y poderosos poseían un lugar seguro donde aislarse. El mismo Papa, Clemente VI, tenía muchas propiedades en Aviñón dónde podía refugiarse. Se sabe que durante la primera plaga, pasó el tiempo cazando, pescando y escuchando música en lugar de dedicarse al espíritu. Se refugió en su castillo de la montaña cuando la peste se apoderó de Aviñón, pero la mayoría de las gentes no tenía dónde escapar; sencillamente, huían a ciegas. El miedo a contagiarse les hacía abandonar a sus seres queridos. La península ibérica no fue una excepción con esta plaga: El Rey Alfonso XI, bisnieto de Alfonso X, murió en Gibraltar a causa de la peste, siendo así el único monarca de toda la Europa infectada en morir víctima de la enfermedad. Esta vez, la propuesta de Artefactum es imaginar cómo sería la vida cotidiana de estos pocos ciudadanos que de alguna manera, sobrevivieron a la peste, ya encomendándose a Dios o bien, abandonándose a su suerte.
ENGLISH / When a group of sailors from the Kaffa desert docked in Messina, southern Italy, in addition to their rich merchandise (silks, spices, wheat and cotton from the east) they carried with them a lethal passenger. Plague. Only ten sailors survived from the thousand that departed. Soon, the plague is spreading throughout Italy and the rest of Europe. Millions of people remained terrified; many others fled. Europe was paralyzed. The vast majority surrendered to the facts and awaited death. But some tried to flee forward. After the plague, Boccaccio, a Florentine writer, wrote one of the most famous novels dealing with people affected by the plague. His "Decameron" begins on an altar in the church of Santa María Novella. There, ten wealthy and well-placed citizens gather. "They would be between 18 and 28 years old. Smart, noble and graceful. The oldest of all spoke and said: the best thing to do is go up to one of our farms in the field. The next day, at dawn, they left the city. They kept away from all strangers and did not want to know anything about the sick and the dead. Instead, they entertained themselves with music and other pleasures. ” It was a real move; the best way to deal with the plague was to escape reality. Some believe that this terrible evil can be escaped through drinking, enjoying life as much as possible by singing and at endless parties, satisfying carnal desires as if it were all a great farce. As always, the rich and powerful had a safe place to isolate themselves. The Pope himself, Clement VI, had many properties in Avignon where he could take refuge. It is known that during the first plague, he spent time hunting, fishing, and listening to music instead of indulging in the spirit. He took refuge in his mountain castle when the plague seized Avignon, but most people had nowhere to escape; they simply fled blindly. The fear of catching them made them abandon their loved ones. The Iberian Peninsula was no exception to this plague: King Alfonso XI, great-grandson of Alfonso X, died in Gibraltar from the plague, making him the only monarch in all of infected Europe to die of the disease. This time, Artefactum's proposal is to imagine what daily life would be like for these few citizens who somehow survived the plague, either entrusting themselves to God or abandoning themselves to their fate.
Manfredina y Rotta / Manuscrito de Londres, siglo XIV
A que por muy gran fremosura / CSM 384, Alfonso X, siglo XIII
Non sofre Santa María / CSM 159, Alfonso X, siglo XIII
Tre fontane / Manuscrito de Londres, siglo XIV
Ecco la Primavera / Francesco landini, siglo XIV
Douce dame jolie / Guillaume de Machaut, siglo XIV
Tourdion / Tradicional Francia, siglo XV
Bellica / Manuscrito de Londres, siglo XIV
Magdalena degna de laudare / Laudario de Cortona, siglo XIII
Salutiam divotamente / Laudario de Cortona, siglo XIII
EL CORREO DE ANDALUCÍA
A estas alturas no necesitan padrino ni publicidad. Han trabajado duro y lo que ofrecen rara vez defrauda y casi siempre encandila. Artefactum, en formación de trío, fueron los encargados de cerrar las Noches en el Alcázar de este año en lo que a música antigua se refiere. Tras ellos sólo tres conciertos más en disciplinas distintas, a cargo de conjuntos que igualmente se encuentran entre los pocos que esta edición han tenido el privilegio de cuatriplicar su oferta. Siempre curiosos a la hora de proponer sus programas, esta vez se acercaron a la Europa del siglo XIV devastada por la peste, generando una recreación ficticia de la música que pudiera escucharse en determinados espacios y ambientes relacionados con la epidemia.
La propuesta entroncó por lo tanto con aquella Italia del surpor la que parece desembarcó la enfermedad, con una pieza recogida en el Manuscrito de Londres, donde se recopilan innumerables danzas y obras polifónicas del trecento italiano, que sentó ya las bases de la que sería una noche de excelencia instrumental y encontraría su cumbre en una danza Bellica de prodigiosa expresividad y contagioso ritmo; una pieza en la que se logró eso que comúnmente denominamos magia. En el camino insistieron con su particular forma de afrontar las Cantigas de Alfonso X El Sabio, informadas pero personales hasta donde la variedad de fuentes lo permiten, que justificaron por el hecho de que su bisnieto falleció precisamente de la pandemia, jugando con la posibilidad de que escuchara música de su bisabuelo en el lecho de muerte.
Otra posibilidad, la música que se escuchara en las villas y palacios en los que los ricos y poderosos se refugiaron de la plebe para impedir contraer la enfermedad, cuyos episodios de extravagancias y libertinajes sirvieron de base al Decamerón de Boccaccio adaptado al cine por Pasolini. De manera que quizás estábamos asistiendo a la recreación de una banda sonora del genial director italiano, que ya se sabe que era versado en las artes, y la de la música antigua no se le debió escapar. El único pero habría que ponérselo a José Manuel Vaquero, tan divertido en sus ilustraciones como insuficiente en el canto, quizás por una pequeña afección que le impidió emitir con limpieza, aunque en fraseo y modulación no acusó problema alguno. Ahora bien, en la zanfoña y el organetto volvió a demostrar su magisterio, al igual que hizo Ignacio Gil en las exóticas maderas, prodigio de agilidad y dominio de la respiración, y por supuesto Álvaro Garrido a la percusión, haciendo alarde de finura y sensualidad.
ENGLISH / At this point they don't need a sponsor or advertising. They have worked hard and what they offer rarely disappoints and almost always dazzles. Artefactum, in trio formation, were in charge of closing the Nights at the Alcazar this year in terms of early music. After them, only three more concerts in different disciplines, by groups that are also among the few that this edition have had the privilege of quadrupling their offer. Always curious when proposing their programs, this time they approached the 14th century Europe devastated by the plague, generating a fictitious recreation of music that could be heard in certain spaces and environments related to the epidemic.
The proposal therefore connected with that southern Italy for which the disease seems landed, with a piece collected in the London Manuscript, where innumerable dances and polyphonic works of the Italian thirteen are collected, which already laid the foundations of what would be a night of instrumental excellence and would find its summit in a Bellica dance of prodigious expressiveness and contagious rhythm; a piece in which what we commonly call magic was achieved. Along the way they insisted with their particular way of facing the Cantigas de Alfonso X El Sabio, informed but personal as far as the variety of sources allow, which they justified by the fact that their great-grandson died precisely from the pandemic, playing with the possibility of to hear music from his great-grandfather on his deathbed.
Another possibility, the music that was heard in the villas and palaces where the rich and powerful took refuge from the plebs to prevent contracting the disease, whose episodes of extravagances and debauchery served as the basis for the Decameron of Boccaccio adapted to the cinema by Pasolini. So perhaps we were attending the re-creation of a soundtrack by the great Italian director, who is already known to be well versed in the arts, and that of early music should not have escaped him. The only but it would have to be put to José Manuel Vaquero, as funny in his illustrations as insufficient in singing, perhaps due to a small condition that prevented him from emitting cleanly, although in phrasing and modulation he did not show any problem. Now, in the hurdy-gurdy and the organetto he again demonstrated his teaching, just as Ignacio Gil did in the exotic woods, prodigy of agility and mastery of breathing, and of course Álvaro Garrido to percussion, flaunting finesse and sensuality .
DIARIO DE SEVILLA
Noches en los Jardines del Alcázar. Programa: Obras
de F. Landini, Alfonso X, G. de Machault, Manuscrito de Londres y Laudario de Cortona. Intérpretes: José M. Vaquero (organetto y zanfoña), Ignacio Gil (flautas, axabeba, chirimía y gaita) y
Álvaro Garrido (percusio-nes). Lugar:Alcázar. Fecha: Jueves, 1 de septiembre. Aforo: Lleno.
Fascinantes y apasionantes algunas de las relaciones espacio-temporales que en la noche del jueves establecieron, quizá sin pretenderlo, los tres miembros de Artefactum en su recital centrado en
la Europa de los tiempos de la Peste Negra. Alfonso XI de Castilla, fallecido de la terrible epidemia en el cerco de Gibraltar en 1350, cantando o escuchando algunas de las cantigas de su
bisabuelo Alfonso X. Y en los jardines del Alcázar, el recinto palaciego en el que ambos monarcas vivieron, que ampliaron en uno de los casos (Alfonso X) y en el que vivieron sus amores
ilegítimos en el otro, amores cantados en la famosa ópera La favorite, con la famosa invocación de "Jardins de l'Alcazar/délices des Rois Maures".
Y de por medio lo mejor de la música europea del siglo XIV de la mano del siempre fascinante y nunca aburrido grupo sevillano.
Lo que hace de Artefactum un grupo singular capaz de fidelizar a su público durante décadas es la combinación del rigor musicológico con la realización festiva e imaginativa de sus programas. Con
un amplio despliegue instrumental de rigurosa pertinencia histórica y con el recurso a interesantes discantos vocales que densifican las texturas musicales, Artefactum se embebe del espíritu de
juglares y goliardos y hacen de cada concierto una fiesta sonora y un momento para la distensión y la serena reflexión, con las siempre impagables intervenciones llena de humor y de chispa de
José Manuel Vaquero. Con voces naturales, como debieron ser la de aquellos clerici vagantes, pero capaces de modular y enriquecer la polifonía, y
una brillante inventiva en las combinaciones tímbricas, la noche se cubrió de bellas evocaciones tardomedievales.
ENGLISH / Some of the space-time relationships that the three members of Artefactum established in their recital focused on Europe during the Black Death times were fascinating and fascinating. Alfonso XI of Castile, who died of the terrible epidemic in the surrounding area of Gibraltar in 1350, singing or listening to some of the cantigas of his great-grandfather Alfonso X. And in the gardens of the Alcázar, the palatial enclosure in which both monarchs lived, which they expanded in one of the cases (Alfonso X) and in which his illegitimate loves lived in the other, loves sung in the famous opera La favorite, with the famous invocation of "Jardins de l'Alcazar / délices des Rois Maures". And through the best of 14th century European music from the always fascinating and never boring Sevillian group.
What makes Artefactum a unique group capable of loyalty to its public for decades is the combination of musicological rigor with festive and imaginative performance of its programs. With a wide instrumental display of rigorous historical relevance and with the use of interesting vocal discs that densify the musical textures, Artefactum is imbued with the spirit of minstrels and goliards and makes each concert a sound party and a moment for relaxation and serene reflection , with the always priceless interventions full of humor and spark of José Manuel Vaquero. With natural voices, as those of those vagrant clerics must have been, but capable of modulating and enriching polyphony, and a brilliant inventiveness in timbral combinations, the night was covered with beautiful late medieval evocations.
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